Intenciones de Misas
Biografía San Benito de Nursia
Regla de San Benito
Medalla San Benito
San Benito de Nursia

San Benito de Nursia

San Benito nació en el seno de una acomodada familia patrícia en Nursia, Italia, en el año 480. Fue enviado a estudiar a Roma con poco más de 13 o 15 años, donde estudió retórica, filosofía y derecho. Los únicos datos biográficos disponibles son los recogidos en el Libro de los Diálogos del papa San Gregorio Magno (540-604), escrito 40 años después de la muerte del santo, por lo que deben considerarse con la máxima prudencia histórica.

Libro de los Dialogos San Gregorio Magno

Detalle Libro de los Diálogos
Reproducción primera mitad s.XIV

Siendo Benito un joven estudiante en Roma, consciente de que sus principios y creencias, chocaban radicalmente con el ambiente de la sociedad romana, decide cambiar radicalmente su vida y se hace monje. Su hermana, de nombre Escolástica, ya había sido consagrada a Dios desde su infancia.

Se retiró a la ciudad de Enfide (la actual Affile), para dedicarse al estudio y practicar una vida de rigurosa disciplina ascética. No satisfecho de esa relativa soledad, a los 20 años se fue al monte Subiaco, una zona totalmente deshabitada y de abrupta accesibilidad, bajo la guía de un ermitaño y viviendo en una cueva.

Allí vivió por espacio de tres años, en el secreto más absoluto y en medio de numerosas privaciones, hasta la Pascua de 503. Descubierto por la indiscreción de un sacerdote, se dejó elegir abad por un grupo de monjes que residían cerca de Vicovaro, los cuales, posteriormente, al no lograr adaptarse a la disciplina por él establecida, trataron de envenenarle.

Superada la asechanza, Benito de Nursia reunió a cuantos habían acudido a él de todas partes en busca de sus consejos y fundó en la región doce monasterios que muy pronto se poblaron de monjes, a los cuales dio como norma de vida la Regla de San Basilio. De Roma llegaron también los patricios Tertulo y Equicio para confiar al patriarca sus jóvenes hijos Plácido y Mauro, que luego habrían de convertirse en dos de sus más ardientes discípulos y colaboradores.

Sin embargo, la paz y la tranquilidad no duraron demasiado. El envidioso sacerdote Florencio pretendió eliminarle; fracasado otro intento de envenenamiento llevado a cabo mediante un pan, trató de perjudicarle de la manera más infame, y no directamente en su persona, sino en sus jóvenes novicios, a los que sometió a la más dura de las tentaciones. El castigo no tardó en llegar, y el presbítero murió en el súbito derrumbamiento de su propia casa.

Abadia Monte Cassino

Abadía Monte Cassino

Benito, con unos cuantos compañeros, se alejó de aquel lugar y se dirigió a Campania, hacia el punto que habría de hacer para siempre famoso: Cassino, la antigua y bella colonia romana, entonces arruinada por las devastaciones de los bárbaros y la desolación de la guerra. En la Pascua del año 529 Benito destruyó el altar de Apolo que los moradores, vueltos al paganismo, habían levantado en la colina que dominaba el país, lleno de bosques sagrados, y lo reemplazó por los oratorios de San Juan y San Martín; con ello inició, mediante un acto de firmeza cristiana y romana, el futuro monasterio de Montecassino, el "Archicoenobium Casinense", donde el santo vivió durante el resto de su vida.

Fruto de este periodo fue la Regla de los monjes (Regula Monachorum), obra que ha hecho de Benito de Nursia una de las grandes figuras del cristianismo.

En ella adaptó genialmente a las tendencias, a la naturaleza, a las necesidades y a las condiciones de los pueblos de Occidente las normas de vida monástica que entre los orientales habían producido grandes frutos de santidad en el seno de la Iglesia católica.

lema cister ora et labora

Ora et Labora

Su hábito de vida consistía en levantarse a las dos de la madrugada a rezar los salmos. Pasaba horas y horas rezando y meditando. Jamás comía carne. Dedicaba bastantes horas al trabajo manual, y logró que sus seguidores se convencieran de que el trabajo no es un rebajarse, sino un ser útil para la sociedad y un modo de imitar a Jesucristo que fue un gran trabajador, y hasta un método muy bueno para alejar tentaciones. Ayunaba cada día hasta la tarde.

Según la tradición, el 21 de marzo del año 547, estaba el santo en la Ceremonia del Jueves Santo, cuando se sintió morir. Apoyó sus brazos en dos de sus discípulos, y elevando sus ojos hacia el cielo, cumplió una vez más lo que tanto recomendaba a los que lo escuchaban: "Hay que tener un deseo inmenso de ir al cielo", y lanzando un suspiro como de quien obtiene aquello que tanto había anhelado, quedó muerto.

He aquí algunos de los muchos milagros relatados por San Gregorio, en su biografía de San Benito:

El muchacho que no sabía nadar. El joven Plácido cayó en un profundo lago y se estaba ahogando. San Benito mandó a su discípulo preferido Mauro: "Láncese al agua y sálvelo". Mauro se lanzó enseguida y logró sacarlo sano y salvo hasta la orilla. Y al salir del profundo lago se acordó de que había logrado atravesar esas aguas sin saber nadar. La obediencia al santo le había permitido hacer aquel salvamento milagroso.

El edificio que se cae. Estando construyendo el monasterio, se vino abajo una enorme pared y sepultó a uno de los discípulos de San Benito. Este se puso a rezar y mandó a los otros monjes que removieran los escombros, y debajo de todo apareció el monje sepultado, sano y sin heridas, como si hubiera simplemente despertado de un sueño.

La piedra que no se movía. Estaban sus religiosos constructores tratando de quitar una inmensa piedra, pero esta no se dejaba ni siquiera mover un centímetro. Entonces el santo le envió una bendición, y enseguida la pudieron remover de allí como si no pesara nada. Por eso desde hace siglos cuando la gente tiene algún grave problema en su casa que no logra alejar, consigue una medalla de San Benito y le reza con fe, y obtiene prodigios. Es que este varó de Dios tiene mucho influjo ante Nuestro Señor.

Muertes anunciadas. Un día exclamó: "Se murió mi amigo el obispo de Cápua, porque vi que subía al cielo un bello globo luminoso". Al día siguiente vinieron a traer la noticia de la muerte del obispo. Otro día vió que salía volando hacia el cielo una blanquísima paloma y exclamó: "Seguramente se murió mi hermana Escolástica". Los monjes fueron a averiguar, y sí, en efecto acababa de morir tan santa mujer.

Fuentes y Bibliografía:
  • Vida de los Santos. Alan Butler
  • Vidas de los Santos. Padre Eliécer Salesman
  • Biografías y Vidas
Medalla San benito

Medalla San Benito

La medalla de San Benito es un sacramental reconocido por la Iglesia con gran poder de exorcismo. Como todo sacramental, su poder está no en si mismo, sino en Cristo quien lo otorga a la Iglesia y por la fervorosa disposición de quién usa la medalla.

A ella se le atribuyen poder y remedio, ya sea contra ciertas enfermedades de hombre y animales, ya contra los males que pueden afectar al espíritu, como las tentaciones del poder del mal. Es frecuente también colocarla en los cimientos de nuevos edificios como garantía de seguridad y bienestar de sus habitantes.

En la vida de San Benito escrita por el papa San Gregorio Magno, el abad Benito manifiesta una especial devoción hacia la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo, signo de salvación. En uno de los milagros narrados por su biógrafo, un vaso que contenía veneno se quiebra cuando San Benito hace la señal de la cruz sobre él. En otra oportunidad, uno de sus discípulos se siente perturbado por el maligno, y el santo le manda hacer la señal de la cruz sobre su corazón para verse librado.

En su "Regla de los monjes", San Benito indica que cuando un monje iletrado presenta su carta de profesión monástica ante el altar, debe usar como firma una cruz. Estos y otros muchos indicios invitaban a los discípulos del abad Benito a considerar la Cruz como una señal bienhechora que simboliza la pasión salvadora de Cristo, por la cual fue vencido el poder del mal y de la muerte.

Origen Histórico

Las investigaciones históricas sobre el origen de la Cruz-Medalla de San Benito han mostrado que su difusión comenzó probablemente en la región de Baviera (sur de Alemania) hacia el año 1647. En esa época, durante un proceso judicial, unas mujeres consideradas hechiceras declararon que no habían podido dañar a la cercana Abadía de Metten, porque estaba protegida por el signo de la Cruz. En dicho monasterio se hallaron pinturas con representaciones de la Cruz junto a las iniciales que acompañan hoy a la Medalla.

Pero esas letras no pudieron ser interpretadas hasta que, en un manuscrito de la biblioteca del monasterio, se encontró la imagen de San Benito junto a la oración compuesta por las iniciales. En realidad, un manuscrito más antiguo procedente de Austria (siglo XIV), que aún se conserva, parece haber sido el origen de la imagen y de la oración. A pesar de que en el siglo XVII algunos la tuvieron por supersticiosa, debido justamente a las enigmáticas iniciales que acompañaban a la imagen, en el año 1742 el Papa Benedicto XIV aprobó el uso de la Cruz-Medalla de San Benito para todos los fieles

Medalla San Benito 1880

Medalla Jubilar de 1880

En el siglo XIX se dio un renovado fervor por la Medalla de San Benito. En los trabajos escritos de Dom Prosper Guéranger, abad de Solesmes, y de Dom Zelli Iacobuzzi, monje de San Pablo Extramuros, se estudia detenidamente el origen y la historia de la medalla. Desde este último monasterio, ubicado en Roma, foco de irradiación benedictina, se difundió también la devoción a la Medalla.

La representación más popular de la misma es la llamada "medalla del jubileo", diseñada en la Abadía de Beuron, y acuñada especialmente para el Jubileo benedictino del año 1880, conmemoración de los 1400 años del nacimiento de San Benito Abad. Los abades benedictinos de todo el mundo se reunieron para aquella ocasión en la Abadía de Montecassino, y desde allí la Medalla de San Benito se diseminó por todo el mundo

Descripción

anverso medalla san benito

Anverso Medalla

En el ANVERSO, en las medallas antiguas medallas aparece, rodeando la figura del santo, este texto latino en frase entera:

Eius in óbitu nostro preséntia muniámur ("Que a la hora de nuestra muerte, nos proteja tu presencia").

En las medallas actuales, frecuentemente desaparece la frase que es sustituida por esta:

Crux Sancti Patris Benedicti, o más simplemente, por la inscripción: Sanctus Benedictus.






En el REVERSO, en cada uno de los cuatro lados de la cruz:

  • C.S.P.B. (Crux Sancti Patris Benedicti) : "Santa Cruz del Padre Benito"

reverso medalla san benito

Reverso Medalla

En La cruz de San Benito con las letras:

  • C.S.S.M.L. (Crux Sácra Sit Mihi Lux) : "La santa Cruz sea mi luz" (crucero vertical)
  • N.D.S.M.D. (Non Dráco Sit Mihi Dux) : "Y que el Dragón no sea mi guía." (crucero horizontal)

En círculo, comenzando por arriba hacia la derecha:

  • V.R.S. (Vade Retro Satána) :"Aléjate Satanás"
  • N.S.M.V. (Non Suáde Mihi Vána) : "No me aconsejes cosas vanas"
  • S.M.Q.L. (Sunt Mála Quae Libas) : "Es malo lo que me ofreces"
  • I.V.B. (Ipse Venéna Bíbas) : "Bebe tu mismo veneno"

Coronando la cruz:

  • PAX : "Paz"

Fuentes y Bibliografía:

Familia Patricia

Clase social romana compuesta por los descendientes de las 30 curias primitiva, las familias descendientes de los fundadores de Roma. Eran los senadores por excelencia y la nobleza primigenia, llamados nobleza de sangre o Nobiles Patritii. Con el paso del tiempo, el término patricio dejó de tener el significado que se le había dado hasta entonces, para significar ‘aristócrata’ o ‘poderoso’, pero sin distinción de sangre.

Libro de los Diálogos

Obra que recoge la vida de los santos de la península itálica venerados en esa época, y cuyo segundo capítulo, esta dedicado íntegramente a la vida de San Benito.

En este enlace puede verse una reproducción del Libro de los Diálogos (Fuente: Biblioteca Digital Mundial).

Referencia Histórica

Al abordar un texto tan antiguo, es importante tener presente no solo el género literario utilizado: la narración de una serie de hechos milagrosos que jalonan la vida del santo, sino también su intención: escribir no una biografía en el sentido moderno de la palabra, sino más bien mostrar a los fieles la imagen de un verdadero santo, un hombre de Dios, que por serlo participa de los dones divinos de poder y de ciencia (milagros, profecías). El autor dice que no se informó de todos los detalles de la vida de San Benito, y que tampoco refiere todo lo que sabía acerca de él. San Benito representa para Gregorio el ideal del monje perfecto, y su biografía es como un programa de vida presentado a los lectores de su época.

Sociedad Romana

La ciudad de Roma estaba habitada por una mezcla de cristianos fervorosos, cristianos relajados, paganos, ateos, bárbaros y toda clase de gentes de diversos países y de variadas creencias, y el ambiente, especialmente el de la juventud, era espantosamente relajado.

Regla de San Basílio

Una de las 3 reglas cenobíticas aparecidas en el s. IV, junto con la regla pacomiana y la agustiana. Estos tres primeros textos destinados a ejercer una permanente influencia en la larga cadena de documentos legislativos que les seguirán, aparecen sucesivamente en el Alto Egipto, Asia Menor y África.

Muerte San Benito

Debido a la falta de documentación histórica adecuada, no se conoce la fecha exacta de su muerte. Algunos la situan en el 543, otros entre el 550 y el 560. La referida fecha del 21 de marzo del 547 es la que él mismo predijo, pocos días después de la muerte de su hermana gemela Santa Escolástica.

Ora et Labora

Locución latina que expresa la vocación y la vida monástica benedictina de alabanza a Dios junto con el trabajo manual diario. De origen reciente (siglo XIX), la locución no se encuentra propiamente en la Regla de San Benito, sino que encontramos su esencia -aunque con otras palabras- en la Lectio Divina (estudio meditativo de las Sagradas Escrituras).

Sacramental

Signos sagrados que han sido instituidos por la Iglesia Católica para que imitando de alguna manera los sacramentos, se expresen efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia. De acuerdo con la teología católica, estos sacramentales infunden la gracia por intercesión de la Iglesia y permiten la santificación de las diversas circunstancias de la vida.

Regula Monachorum

Era común a una comunidad monástica «reglar» su vida usando un conjunto de reglas contenidas generalmente en códices regularum: colecciones con las reglas y tratados ascéticos de los monjes de Egipto: Pacomio, Macario, Basilio; las reglas de San Agustín, San Jerónimo, Casiano etc.